2023 en los libros que no leí


Dejar un libro a medias, se siente como haber fallado. Especialmente cuando se trata de uno muy destacado, reconocido o universalmente adorado. "¿Soy yo?", no puedo evitar pensar.

No importa cuántos libros lea, saber decir cuando ya fue suficiente no se hace más sencillo. Doy la vuelta a las páginas esperando que la siguiente sea la que me haga entender lo que no había entendido, la que por fin me enganche a la historia. Cuesta trabajo admitirlo, pero hoy puedo decir que ese nunca ha sido el caso. La dura realidad es que cuando un libro no nos atrapa, leer más páginas no va a hacer que nos atrape.  

Hay historias que no te cautivan realmente hasta que ya están avanzadas, pero cuando el relato sigue su curso y no ha dejado ninguna impresión en nosotros o nuestra memoria lo mejor es abandonarlo. 

Hace un par de años encontré en una librería, Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo obviamente, Gravity's Rainbow de Thomas Pynchon. No tenía idea de qué se trataba, pero la descripción en la contraportada me pareció prometedora. Además, me parecía que había escuchado de ese libro aunque no hubiera sabido decir de dónde. Un efecto similar al de la fama de Paris Hilton a principio de los dosmiles, cuando era famosa por ser famosa.

El punto es que lo compre y se quedó en mi librero de libros por leer, esperando el momento indicado para leer la obra de 760 páginas. Cuando el día llegó, sentí que estaba leyendo otro idioma. Jamás me había sentido tan tonta. Era como si las palabras se escurrieran como agua por mi cerebro, sin dejar nada atrás. Intentando indagar en mi memoria sobre de qué trataba la historia solo puedo pensar en dos cosas: guerra y plátanos. No recuerdo cómo ni por qué estaban relacionados. 

Me parece que llegué a la mitad del segundo capitulo cuando por fin acepté que no estaba entendiendo nada y que me estaba engañando a mí misma si creía que iba a llegar el punto en el que entendiera todo lo que ya había leído. Que el tiempo que había invertido en esa lectura había valido la pena. Solo me estaba aferrando. Y sí, en la lectura y en la vida soy bien aferrada. 

El tiempo me pesa. Cometer errores también. Admitir que invertí mi tiempo erróneamente, peor. No quiero ni pensar en cuánto tiempo me habría ahorrado si supiera decir: "Ya". En la lectura y en la vida.

Cuando por fin decidí dejar Gravity's Rainbow se me ocurrió buscar de qué trataba en realidad. Además de descubrir de qué iba la trama, me enteré de que es uno de los libros más difíciles de leer y ha llegado a ser considerado como "ilegible". Es decir, ni estoy tonta, ni le iba a entender. A veces es mejor dejar ir. A veces es mejor dejar ir. A veces es mejor dejar ir. A ver si así entiendo. 

Este año abandoné muchos libros. Que bajón. Aún no decido si nombrarlos o no, porque me da pena. También siento feo en pensar en ellos y en lo que creí que iban a ser. Las expectativas siempre son complicadas. Cuando pienso en esos libros, hasta me dan ganas de volverlos a abrir, de darles otra oportunidad, porque recuerdo lo que sentí cuando los compré. 

Podría haber hecho una lista de los libros que sí terminé, los que sí me gustaron, los que voy a volver a leer. Pero me pesan más los que dejé. Bien dicen que duelen más los casi algo que las ex parejas. 

¿Será que este año elegí malos libros o será que no tuve un año tan bueno? Un misterio verdaderamente. O como el huevo y la gallina, uno lleva a otro ad infinitum. Pero bueno, estos fueron los libros que no terminé en el 2023:

Wuthering Height de Emily Brontë

Este ya lo había leído y recuerdo que me gustó. Tampoco tantísimo, pero recuerdo haberlo disfrutado bastante por ahí de la prepa. Mi decisión de volver a leer estuvo fuertemente influenciada por la película Emily, que es la biografía imaginada de la autora, Emily Brontë, y lo que supone su inspiración para escribir Wuthering Height. Me encantó. También me encantó Oliver Jackson-Cohen. 

En un arrebato post-romance victoriano, decidí que era momento de volver a abrir las páginas de ese libro. No me pregunten porque el hecho de que me gustara el actor me hizo creer que era buena idea volver a leer un libro en el que claramente no va a salir. Por algún motivo, esta segunda lectura no logró atraparme en lo más mínimo.

No me gustan las historias dentro de otra historia. Me pareció extraño y no sé, simplemente no logré meterme a la narración. Además, los personajes son personas horribles. Pensé que podía dejarlo en pausa y en otro momento del año lo retomaría. Pero eso no ha pasado. Recomiendo mucho ver Emily, verdaderamente me hizo sentir cosas, solo no se dejen llevar por el rush y la carita de Oliver Jackson-Cohen.

The View From the Cheap Seats de Neil Gaiman

Quisiera poseer las palabras necesarias para explicar la violenta manera con la que quiero a Neil Gaiman. Quiero muchísimo a ese señor, aunque me haya arruinado el final de Narnia. Jamás me había fallado.  Desde Coraline, hasta M is For Magic, no había conocido un libro de Neil Gaiman que no me gustara. Hasta que me topé con The View From the Cheap Seats, que además de ser una compilación de no-ficción tiene casi el mismo nombre que un álbum de Regina Spektor. 

Es bonito cuando los escritores escriben de escribir. Pienso mucho en Murakami y como un partido de beisbol lo inspiró a hacerlo. O en Stephen King, describiendo cómo fue una pesadilla en un avión lo que le dio la idea para Misery. Es una mirada al detrás de cámara de nuestros libros favoritos y es algo que yo disfruto mucho. Algo así esperaba de esta colección de Gaiman. No obstante, me fue extremadamente difícil conectar con sus relatos. No lograron atraparme y fue cuando llegué a la parte de los cómics, que decidí que ese no era el libro para mí. 

No quiero insultar a la comunidad de los cómics, simplemente no me pareció tan interesante. También vienen varios discursos que él dio y me pareció que carecían de contexto dentro de un libro. En esta ocasión igual tuve la esperanza de retomarlo, pero sigo esperando ese momento. Claramente, soy miembro destacado del club del autoengaño. 

Interview with the Vampire de Anne Rice

No saben las ganas que tenía de leerlo desde hace mucho tiempo, quizás Brad Pitt influyó en eso, pero la realidad no le llegó a las expectativas. No diría que es un libro malo, simplemente me pareció demasiado lento. Demasiado plano. Es decir, para ser un libro que habla de mortalidad, moralidad y relaciones tóxicas, creo que esperaba más emoción. No fui una niña Twilight, pero fui una niña True Blood. La cantidad de series que vi cuándo no eran apropiadas para mi edad no tiene límites. 

La noche en la que Lestat convierte a Louis, me hizo pensar en Bill Compton saliendo de la tierra encuerado (no sé por qué estaba encuerado), después de haberse enterrado ahí para protegerse del sol, buscando desesperadamente a Sookie porque no podía vivir sin ella. Ese es el nivel de pasión que espero de una historia de vampiros. Y Anne Rice no me lo estaba dando. 

The Beautiful and Damned de F. Scott Fitzgerald

Otro señor al que quiero mucho es Fitzgerald. Con él tengo una historia complicada. Aún antes de leerlo, ya había comprado cinco de sus obras: The Great Gatsby, This Side of Paradise, The Beautiful and Damned, The Last Tycoon y Tender is the Night. Ambiciosa, ya sé. Todo se vino abajo con Gatsby, porque no me gustó nada. Y los demás tampoco. Fue un verano duro para mí, ya que sentía el compromiso de leerlos todos y la sufrí.

Un par de años más tarde, comencé a recordar partes de Gatsby, no sé por qué. Los ojos de Dios; las camisas perfectas; la luz verde. Le di otra oportunidad y me encantó. Le di otra oportunidad a todos los demás y me encantaron. Todos. Compré The Love Boat, compré On Booze. Gran experiencia. Hasta ahora.

No sentí nada con la historia de Gloria y Anthony Patch. Me sigue gustando Fitzgerald por cómo me transporta a otros tiempos, pero me fueron indiferentes sus personajes. Creo que la historia sería mejor contada desde la perspectiva de Gloria, quien es realmente el personaje interesante. Anthony solo es Ken. No sé, creo que sí voy a retomar este en algún momento. Todavía me quedan 26 días del año, igual y logró quitarlo de la lista.

Pero la verdad es que sigo sin saber soltar y el autoengaño es mi pasión. Y mantengo la esperanza de que, si les doy suficiente tiempo, en algún momento estos libros me van a atrapar. 

Pero no me pregunten a mí, yo sólo soy una chica. 

Comentarios

Entradas populares