Siempre he querido ser una mujer Tom Ford

En abril de este año, Tom Ford dejó de ser Director Creativo de Tom Ford.

Las pasarelas para la temporada primavera/verano 2024 vieron varios cambios en las direcciones creativas de grandes casas de moda. Peter Hawkings debutó con su primera colección en Tom Ford, y el comentario más prevalente que he escuchado sobre esta es que es muy Tom Ford. Las referencias a la carrera de este diseñador son numerosas, incluso a su era en Gucci: Trajes de terciopelo, camisas de seda abiertas hasta el ombligo, vestidos translúcidos, entre otros.  Es decir, que no hay mucha diferencia o propuesta, vaya, en las prendas que desfilaron en la pasarela de Hawkings.

Y sí, estoy de acuerdo, pero la verdad es que me encantó.

Tom Ford, el diseñador, tiene un estilo característico que lleva años cultivando. Su estancia en Gucci es icónica y ha sido inigualable. La de Alessandro Michele también lo fue, pero la magia es que ambas son tan diferentes que, si se topan en la calle, ni se conocen. Después de dejar Gucci en el 2004, la estética que se ha convertido en sinónimo de Tom Ford fue llevada a la marca que lleva su nombre.

Me encanta la idea de los arquetipos de las casas de moda y cómo son denominados "la mujer x" o "el hombre y". La mujer Chanel, el hombre Dior. Los imagino viviendo en una especie de universo paralelo en el que la estética de su mundo refleja la de cierta marca. La mujer Chanel es una socialité con un gusto muy clásico que vive en Park Avenue; la mujer Miu Miu es una joven súper bubbly y femenina con un loft con toques sutiles de dopamine decor. Tienen un guardarropa lleno de las prendas de esa marca, pero no usan looks off-the-runway. 

Pocas marcas me han hecho decir: quiero ser ella, como Tom Ford. Fuerte, asertiva y muy sensual son las palabras que vienen a mi mente cuando pienso en "la mujer Tom Ford". La imagino como una ejecutiva, guapa y exitosa, que vive en un departamento como el de Patrick Bateman pero más 2023 y elegante. Ella es alguien que no le tiene miedo a una silueta súper tailored, sin perder su feminidad. Peter Hawkings está diseñando para ella.

"Atemporal" es un adjetivo del que hasta yo he abusado al escribir sobre ropa y tendencias. Es momento de ser sincera: nada es realmente atemporal. De ser así, no habría industria de la moda. Si alguna vez me leyeron describiendo algo de esa forma, sepan que les mentí. O más bien que me faltó agregar un descargo, que la moda es cambio y movimiento y que en ese contexto, atemporal significa varias temporadas, varios años o que no va a envejecer mal. Pero creo que Tom Ford es atemporal en su adaptabilidad.

No recuerdo haber visto una colección de esta marca que no me parezca utilizable. Para mí, la utilidad siempre es un factor importante. Es decir, está perfecto si las prendas son divinas, pero ¿quién las va a usar en la vida real? Claro que hay cosas que probablemente no van a permear en nuestro día a día, pero creo que Tom Ford ha sabido evolucionar con el arquetipo de su "mujer". A través de los años, no pasa una colección que no me inspire a querer ser esa persona. 

Una colección de debut es en realidad muy poco para saber hacia dónde irá la marca bajo una nueva dirección creativa. Es apenas el primer intento. Seguramente habrá cambios. No obstante, Hawkings ha hecho sus 25 años de carrera bajo la tutela de Ford, inicialmente en Gucci y después en la marca en la que ahora es director creativo. Es fácil deducir que los códigos de la marca y los de Hawkings son uno mismo, uo uo.

En una industria en la que el cambio es el fundamento, las tendencias llegan cada vez más aceleradas y los directores creativos juegan el juego de las sillas, la continuidad es rara y sumamente apreciada. Qué paz pensar que aún voy a poder ver una pasarela de Tom Ford y pensar "Quiero ser ella". Por lo menos por un par de temporadas más.

Pero no me pregunten a mí, yo solo soy una chica.