Review: The Midnight Library

 

No crean todo lo que recomiendan en #Booktok.

Decidí leer The Midnight Library porque era un libro altamente recomendado por las personas que hacen reseñas literarias en Tiktok. La premisa es sumamente interesante: "Entre la vida y la muerte, está la biblioteca de la medianoche". Aquí se alojan todas las vidas que pudiste haber vivido. Cada decisión que no tomaste. Esa promesa casi hace que me den ganas de leerlo otra vez. Esperando que sea mejor, aunque sé que no va a ser así. 

Que íntimo e intenso pensar: ¿Qué me encontraría ahí? Todos tenemos arrepentimientos y dudas. También tenemos la esperanza de que en nosotros haya el potencial para ser diferentes personas. Que aburrido y aprisionante sería pensar que todas las posibilidades llevan a lo mismo: yo, de 31 años, sentada en mi cama, en pijama, escribiendo esto. Tú, leyendo esto en mil millones de universos.

El libro gira en torno a Nora Seed, una mujer en sus 30 que está plagada de arrepentimientos. Sinceramente, después de leer el libro no la culpo. Tiene un trabajo mediocre en una tienda de música, da clases de piano a un solo alumno, es soltera, tiene pocos amigos, sus papás murieron y no se habla con su hermano. En el transcurso de un día la despiden de su trabajo, pierde a su único alumno, muere su gato y tiene una confrontación con alguien de su pasado. Nora decide terminar con su vida y llega a la biblioteca de la medianoche. 

Ahí es cuando podemos conocer las oportunidades que la protagonista dejó pasar. Además, encuentra el libro de los arrepentimientos, que es literalmente lo que indica su nombre. La biblioteca tiene un par de reglas: Nora puede visitar cada vida solo una vez y, en el momento en el que sienta arrepentimiento, va a volver a la biblioteca. 

El desenlace del libro es muy obvio, Nora descubre que su vida original era buena, pero se estaba concentrando en lo negativo; que hay cosas que son inevitables; que en otras vidas, aunque aparentemente más maravillosas, tampoco era completamente feliz. Lo entiendo perfecto, así es la vida. Nunca es perfecta y, como millones de frases trilladas nos pueden explicar, no puedes tener lo bueno sin lo malo. Such is life. 

Mi problema no es con Nora, es con Matt Haig, el autor. 

Al crear al personaje de Nora, sus diferentes vidas y sus arrepentimientos, Haig recurre a extremos que me hicieron perder la relacionabilidad con la historia. Las vidas de Nora siempre comienzan de forma increíble, literalmente, mostrando primero la parte buena. La parte negativa casi siempre es la muerte de alguien cercano a ella. Además regresarla a la biblioteca en cuanto siente arrepentimiento la limita a no vivir la experiencia completa que le ofrece esa vida. Lo bueno y lo mano para verdaderamente evaluar si quiere quedarse ahí. Recurrir  a la muerte de sus seres queridos hace muy evidente cuando una vida no va a ser en la que se quede. Eso reduce el argumento a: "¿qué prefieres: ser rockstar o que tu hermano no se muera?" 

Me considero una persona con main character syndrome y aun así, jamás me atrevería a pensar que mis decisiones personales afectarían tanto a las personas que me rodean como para acabar con su vida. Claro que en el vasto universo de posibilidades existen vidas en las que eso pasa, en los que mi mejor amiga murió porque no le hablé en clase. La vida es más compleja y sutil, no es necesario que alguien muera para dejar claro la desventaja de una situación.

Por otro lado está el tema de los arrepentimientos de Nora, ya que todos son una meta específica. Es decir, todos son: no haber sido una estrella de rock; ganadora del Nobel; nadadora olímpica; o exploradora del ártico. Cuando nos introducen esas posibilidades, las recibí con mucho escepticismo: "¿cómo sabe Nora que eso le hubiera pasado?" Podría arrepentirse de haber dejado de tocar la guitarra; de haber abandonado el equipo de natación; o de no haber estudiado cierta carrera; pero me parece irreal pensar que sabes en donde hubieras terminado y que eso sea de lo que te arrepientes. La vida se compone de tomar decisiones a ciegas, nunca sabemos cuál va a ser el desenlace. Ese es el punto.

Pienso en una frase de John Green: "If only we could see the endless string of consequences that result from our smallest actions, but we can't know better until knowing better is useless."

Una resolución, por más pequeña que sea, puede significar algo muy grande. Algo tan sencillo como tomar una ruta diferente, salir o no salir, sonreírle a alguien en la calle puede repercutir muchísimo en nosotros. Esa es la sutileza que esperaba de este libro. Estoy segura que hay un universo en el que gané el Nobel de literatura, pero eso no me quita el sueño. No obstante, al pensar en las cosas de las que yo me arrepiento hay conversaciones que no tuve, tiempo que desaproveché, veces que dije sí cuando quería decir no. Eso es suficiente para mantener a la mayoría de las personas despiertas en la madrugada pensando en el "What if?"

Por otro lado, Matt Haig hizo a Nora alguien con demasiado potencial desaprovechado. Lo cual me hizo sentir que ella verdaderamente era una tonta, porque no sabía quién era ella ni las personas que la rodeaban; porque decide no hacer nada, ni siquiera ser feliz con sus elecciones. Es hasta que explora cada una de las posibilidades que se da cuenta de que estaba bien. Algo que nadie más puede hacer. ¿Qué clase de lección es esa para nosotros los adolescentes de treintaytantos?

Realmente creo que hay miles de universos con infinitas posibilidades, que todas las vidas que no viví están allá afuera. Pero vivimos en esta. Solo en este podemos intentar elegir lo mejor con las opciones que tenemos y esperar que sea lo que nos lleve a la felicidad. Solo en uno podemos seguir a nuestros corazones y encontrar la paz con lo que hicimos, porque es todo lo que hay. Eso es lo que esperaba que me dijera este libro. Tal vez en otro universo Matt Haig sí lo escribió así.

Pero no me pregunten a mí, yo sólo soy una chica. 


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