Peaches Peaches Peaches

Hay personas con un estilo tan inspirador que siempre volvemos a ver cuándo no sabemos qué ponernos. Mi favorita siempre va a ser Peaches Geldof.

Recuerdo la primera vez que la vi. Fue en un programa de VH1, cuyo nombre ya olvidé, en el que hablaban de los hijos de celebridades con los nombres más extraños. Entre ellos figuraba la hija del músico británico Bob Geldof, Peaches Honeyblossom Geldof. Fue amor a primera vista. Jamás había visto a alguien tan cool.

Las imágenes que mostraron de ella eran en la playa, en bikini. Me atraparon sus tatuajes. En ese entonces, por ahí del 2007-2009, todavía no eran tan comunes como hoy en día. Hasta entonces mi joven mente creía que las mujeres solo podían hacerse tatuajes pequeñitos y discretos. Peaches tenía una cadena de margaritas que iba desde su muslo hasta sus costillas, entre varios otros que eran muy visibles, grandes, cero sutiles. 

Me encantó.

Nacida en 1989, Peaches era el middle-child de Bob Geldof y la presentadora Paula Yates. Experimentó la perdida de su madre a los 11 años, quien murió de una sobredosis. Como la mayoría de los hijos de celebridades, creció en el ojo público y, por lo mismo, su infancia fue complicada. Empezó su carrera en la industria de la moda a muy temprana edad, con una columna en la revista Elle Girl a los 14 años. Posteriormente modeló para PPQ en el London Fashion Week del 2007, protagonizó su propio reality show y fundó su propia revista. Aunque ambos proyectos duraron poco.

En sus looks abundaban los toques retro, ya sea en las piezas que usaba o en su peinado y maquillaje. De esta forma lograba darle feminidad a todo lo que usaba. Pero también había un toque edgy y grungy, muy ad hoc para la hija de un rockstar. 

Conforme creció su estilo también maduró y se volvió más sofisticado y polished. Continúo incluyendo prendas vintage, ahora con un vibe más twee, pero nunca perdió su esencia. También fui fan de esta evolución en su vestimenta, ya que era muy en tendencia sin caer en lo trendy. A la fecha sigo pensando en su beauty look de ese entonces, ya que en la palabra en la que pienso es "etéreo". Es aparentemente simple, pero conserva partes clave de su signature look.  

A nadie le gusta admitir tener relaciones parasociales, pero debo admitir que cuando Peaches murió en el 2014 fue triste para mí. La había seguido desde hacía varios años y había podido ver cómo pasó de ser una party girl con problemas de adicción, a una madre de dos hijos promotora del attachment parenting. Parecía estar en un buen momento de su vida y solo tenía 25 años. 

Cuando no sé que ponerme aún reviso mi board de Pinterest con sus fotos, aunque las referencias ya lucen bastante outdated. 

Intentando escribir esto, me ha resultado difícil señalar qué elementos de su estilo eran los que la hacían resaltar. Su forma de vestir no difiere mucho de lo que usaban Daisy Lowe, Cory Kennedy o, posteriormente, Alexa Chung. El look de top bun y winged eyeliner es muy Lauren Conrad. No obstante, me gusta mucho su forma de apropiarse de sus atuendos, creo que hay algo muy personal en su forma de vestir. 

Lo que más me atrajo de su estilo desde un inicio, es que siempre tenía un factor messy, lo cual no era tan común en ese entonces. A diferencia de muchas otras figuras públicas, ella conservaba ese vibe de haber elegido su propio atuendo y haberse arreglado ella misma, sin ayuda o sin ser una profesional. En lo personal, nunca he sido el tipo de persona que es calculada con su look. A la fecha sigo sin dominar el arte del peinado perfecto y el maquillaje pristíno. Siempre va a haber algo que ligeramente off. 

Eso me atrajo de Peaches, que se permitía ser desordenada y lo hacía parte de su estilo. Se me hace algo muy real que emana seguridad, libertad y despreocupación. Por eso para mí sigue siendo un referente. Las tendencias que ella usaba pasaron hace tanto tiempo que seguro no tardan en volver, reinventadas, pero su autenticidad es lo que encuentro verdaderamente inspirador. Creo que no hay mayor elogio que tener un estilo propio.

Pero no me pregunten a mí, yo sólo soy una chica.