Review: Confessions of an English Opium Eater

¿Cómo qué no es estelarizado por Lindsay Lohan?
★★☆☆☆

En la literatura, y en el arte en general, hay temas que logran trascender el tiempo. No importa cuando se toquen, siempre serán relevantes para todas las generaciones. Uno de estos es la rebelión implicita en la adolescencia. Escrito por Thomas de Quincey en 1821, esta es una obra autobigráfica en la que el autor relata su experiencia y adicción con el opio.

Sin duda alguna la premisa es interesante. Aquí, como en la película de 2004 Confessions of a Teenage Drama Queen, el termino “confesiones” evoca el lado más íntimo y secreto de algún tema. Específicar que se trata de alguien de origen británico me parece innecesario, quizás la formalidad y rectitud que vienen a la mente son usadas para incitar nuestra curiosidad todavía más.

Aunque un texto muy breve, casi tanto como el éxito cinematográfico de Lindsay, Thomas de Quincey narra algunas de las dificultades que vivió en su juventud. Las cuales, sin duda alguna influyeron en su dependencia a esta sustancia. Cuando este se publicó fue considerado sumamente controversial y se convirtió en un referente en el estudio de los estupefacientes.

La experimentación con sustancias que nos hacen cuestionarnos o reinterpretar nuestra realidad siempre tendra una audiencia. Pero, sin duda, esta será diferente a casi 200 años de que fue publicado un libro. Cuando este vio la luz por primera vez, fue duramente criticado ya que nunca se había visto algo similar.

En parte su trascendencia tiene que ver con la innovación y su uso como punto de referencia en el estudio de los efectos de estupefacientes. Es una obra que no puede ser desestimada debido a sus contribuciones y su influencia en los escritores del movimiento Beat, como Jack Kerouac y William Burroughs.

Cuando lo leí, a principios de este año, me fue complicado entender las experiencias descritas por Thomas de Quincey, así como algunas de sus motivaciones. De manera que la historia no me parecio impactante o transgresora como tal.

Las percepciones cambian de acuerdo al contexto social en el que vivimos. Es complicado que el autor tenga el mismo impacto en una generación para la que esto era inaudito a una que ha estado expuesta a Requiem for a Dream, Trainspotting y Fear and Loathing in Las Vegas.

Aún menos para aquellos que pudimos ver, en tiempo real, la decadencia de una de nuestras estrellas Disney favoritas mientras arruinó su carrera por las drogas.

Mantener las mismas expectativas es como el outfit de Madonna en la Gala del Met del 2016. Nadie niega que es un ícono que rebasó los límites establecidos, en su momento. Pero una vez que esto se ha convertido en el status quo, alguien más tiene que romper esos paradigmas.

No podría decir que es un libro malo, pero lo disfruté poco.

Pero a mí no me pregunten, yo sólo soy una chica.