All you need is loungewear

Desde el comienzo de la cuarentena un consejo prevalece: vístete todos los días. Mismo que no he seguido ni una vez.

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Nadie se preparó para la cuarentena. Mucho menos para una que se extendiera más de 40 días. Al comienzo parecía impensable que fuera a durar más de un par de semanas, pero ahora estamos pasando los 50 días y no sabemos cuando acabará.

Uno de los consejos que más vi los primeros días fue el de siempre vestirnos bien. Según quienes lo recomiendan, esto nos ayuda a cambiar de mentalidad, nos hace sentir mejor, más productivos y rompe con la monotonía del día a día. En ningún momento de esta cuarentena he tenido ganas de seguirlo.

Entiendo la lógica detrás de hacerlo, pero me parece que hay un grado de negación al llevarlo a cabo. Siempre he amado estar en pijama. En cuanto llego a casa, así sean las dos de la tarde, me cambio a esta ropa. Si algo tienen en común Hugh Hefner y los bebés, es que siempre he envidiado su capacidad de ir enpijamados a cualquier lugar. Además, en los últimos años ha crecido mi aversión por los skinny jeans, que siguen siendo un staple en mi guardarropa pero cada vez odio más usar.

Simplemente no entiendo la necesidad de elegir todo un outfit, probablemente incómodo, para estar en mi hogar. Aunque sean solo jeans, la verdad no quiero.

La ineludible realidad es que sí, estamos solos y encerrados y queremos mantener una semblanza de nuestra rutina previa. Pero, también tenemos que aceptar que nunca hemos tenido, y probablemente no volvamos a tener, tantísimo tiempo alejados de la sociedad y todo lo que normalmente implica. ¿Realmente quiero pasarlo de la misma forma que lo haría en la oficina?

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Gucci SS’16 Menswear

Ahora y en el futuro próximo, considero importante la adaptabilidad. No voy a pasar mi día laboral en tacones, pero tampoco voy a usar la misma ropa por todo el tiempo que tengamos que estar aquí. No quiero que mi atuendo sea un recordatorio constante de que no estoy en el lugar en el que debería estar.

El punto medio entre ambos es el loungewear. Es bonito, es efortless y es cómodo. Lo mejor es que te da un look arreglado con el mínimo de esfuerzo. Es todo lo que busco en mis prendas y más. 

En los últimos años el athleisure se ha convertido en un básico en el guardarropa. Surge del interés por mantenernos saludable, pero más importante aún, del reconocimiento del estilo de vida contemporáneo. Es decir, la necesidad de cumplir con múltiples tareas durante el día. Demostrando que la ropa deportiva puede ser perfectamente funcional sin tener que sacrificar el estilo.

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Dolce & Gabbana SS’09

Si este no es EL momento para el loungewear, no sé cuál es.

Desde el 2009 esta tendencia empezó a surgir en las pasarelas y no ha terminado de irse del todo. El origen de las pijamas como casual wear se remonta hasta 1851, cuando la periodista feminista Amelia Jenks Bloomer comenzó a usar pantalones “turcos” debajo de una falda a la rodilla. En 1911 fueron retomadas por Paul Poiret para el día y la tarde. En la década de los 20s se usaban comunmente para la playa.

El loungewear es el equilibrio perfecto entre sentirnos arreglados y seguir comodos. Esta especialmente diseñada para hacernos sentir bien en nuestro hogar y es justo lo que necesitamos en este momento: aceptar que estamos en casa y sentirnos bien con eso.

Pero no me pregunten a mí, yo sólo soy una chica.

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